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Qué es el lobby |
Pese a que no existe una definición unívoca, el lobby puede considerarse toda comunicación oral o escrita con un funcionario público con el fin de influir sobre la legislación, las políticas públicas o las decisiones administrativas.
El lobby es una actividad política intrínsecamente legítima y potencialmente beneficiosa pero que debe ser regulada debido a su posible efecto sobre la integridad del proceso de toma de decisiones. Es legítima porque en sociedades democráticas, abiertas y plurales las personas y grupos tienen derecho a organizarse y a hacerle saber a la autoridad sus intereses y preferencias en todo orden de materias; y es beneficiosa porque la información que aportan los grupos de interés a la autoridad y al proceso de discusión de una ley o decisión pública, puede ser en sí mismo de gran valor.
El lobby al situarse en la interfaz entre los intereses privados y las decisiones públicas, ocupa un lugar estratégico en el proceso de formulación de políticas públicas. Puesto que las personas que ejercen el lobby (directo o a nombre de terceros) tiene intereses concretos y además están en una posición privilegiada para influir en los tomadores de decisiones públicas, es normativamente deseable y conveniente regular la interacción entre lobistas (sujetos activos del lobby) y funcionarios (sujetos pasivos) para llevar a cabo un proceso de formulación e implementación de políticas públicas que sea íntegro y de confianza a todos los actores involucrados.
Información extraída del estudio Una Ley del Lobby para Chile de Horizontal y la Universidad Adolfo Ibáñez.